11 enero, 2006

Bienvenidos a Yo, Facu.

La única razón de haber subido este blog es recontar los hitos de la vida de mi hijo Facundo –y cómo esos hitos van trastocando de manera cada vez más irreversible mi vida y la de Yasna. Después de casi un año enviando mails titánicos que saturan los servidores de casi todos mis destinatarios, me avivé de que puedo usar este medio para que los que estén interesados entren y vean, y los que no, simplemente lo ignoren sin tener que esperar 20 minutos que se descargue el mail. Disculpen la demora en descubrir la blogósfera, pero piensen que yo nací cuando la tele era en blanco y negro y lo más parecido a un celular era el zapatófono del Super Agente 86…estos cambios tecnológicos tardan un poco en asimilarse en mi mente modelo ’68.

Pero vayamos a lo nuestro: han pasado otras cosas interesantes desde nuestras malhadadas vacaciones en Buzios, que pretendo contarles quieran o no.

Por ejemplo, Facu ya gatea. Hace rato, de hecho, y por lo mismo ya tiene dominada la técnica y alcanza velocidades que hacen palidecer de envidia al gato de nuestra vecina. De hecho, creo que ha desarrollado una cierta capacidad de teleportarse, porque es notable cómo uno lo mira y está sentadito en el suelo al lado tuyo; desviás la vista 5 segundos, y cuando volvés a mirar, el tipo ya está en la cocina metiendo las manos en el tacho de basura, que parece atraerlo como un agujero negro atrae toda la materia que lo circunda.


Otro sector de la casa que ejerce un potente magnetismo sobre nuestro hijo es la biblioteca: se sienta piolita al lado, y usando sus delicadas manitos saca todos los papeles y carpetas de su madre, esparciéndolos por todo el comedor.

Tuvimos que vaciar el estante más bajo para evitar sus fechorías, hecho lo cual, Yasna y yo nos miramos con una sonrisa triunfal: lo habíamos derrotado. Al menos eso creímos. Por un rato.

A los dos días se apioló de que podía agarrarse del primer estante, pararse, y alcanzar los libros del segundo… y retomar la rutina de esparcirlos por toda la casa. Maldito demonio astuto! El sólo se hace más grande y vivo, mientras nosotros nos volvemos más viejos y lentos… Es una batalla perdida.

Por cierto, utilizando lo aprendido junto a la biblioteca, ahora se pone de pie agarrándose de cualquier cosa: la mesa, las sillas, el sofá, la cama, los pelos de mis piernas… A veces calcula mal la relación de pesos, como cuando se agarró de unas banquetas altas y livianitas que tenemos, trató de pararse y se fue a la mierda con todo y banquetas. Por cierto, es un bebé pero no es gil: nunca más se les acercó. Bueno, excepto para chupetearles las patas. Como son frías, parece que le gustan.

Una gracia nueva son los aplausos. No tenemos idea de cómo los aprendió, pero un día terminó de comer y se puso a aplaudir. Nosotros, por supuesto, nos cagamos de risa, desencadenando una serie de sinapsis nuevas en su tierno cerebrito: “Ajá, esto les gusta…” Por tanto, ahora todo son aplausos: cuando está contento, aplaude. Cuando se come toda la comida, aplaude. Cuando quiere que lo lleve al supermercado conmigo, aplaude. Cuando lo sentamos a la mesa con nosotros, aplaude. Ya lo dije: maldito demonio astuto; sabe que frente a esas armas, estamos indefensos y las utiliza sin remordimientos para conseguir todo lo que quiere. Madre y padre babosos son incapaces de resistir…

Además, hace como un mes le salieron sus dos primeros dientes. En el medio, en la encía de abajo. Cada tanto se acuerda de que los tiene y te da un tarascón para que vos también lo recuerdes…Otro uso, más ortodoxo, es comer pancito o pastelitos. Los agarra con sus manitas y va mordiendo pedacitos, los masca un rato y se los traga… Y se embarra las manos, la cara y la ropa en el proceso con una pasta pegajosa hecha de saliva y lo que sea que esté comiendo. Puede sonar asqueroso, pero piensen que las abejas construyen así sus nidos… Capaz que un día de estos a la mañana lo voy a encontrar durmiendo plácidamente dentro de su propio panal.

En cualquier caso, el uso más difundido de sus dos choclos es hacer unas sonrisas a toda boca, tiernas a más no poder, capaces de arreglarme el día no importando cuán ofuscado ande. Ya, vamos todos, inclinemos la cabeza hacia un hombro y digamos a coro: AAAAAAAWW…

Pero claro, esto de criar un nene no es sólo divertirse corretéandolo por toda la casa para evitar que se trague las monedas, muerda los cables del televisor o destruya sistemáticamente nuestra preciada colección de CDs. Estos muñecos sin pila, sin cable y sin piedra también se enferman. Facu ya va por el tercer enterovirus consecutivo. Un enterovirus se llama así porque es un virus que te deja entero cagado. Es un bicharraco que da fiebre, diarrea y vómitos. En el peor de los casos puede ser rotavirus, uno particularmente jodido que manda a los bebés al hospital por deshidratación… pero hasta ahora hemos tenido suerte y no era, así que lo peor que le pasó fue mandarse una cagada de dimensiones épicas que lo dejó con caca hasta en el pelo cuando le sacamos la ropa, y no quedó más remedio que bañarlo para reparar el estropicio.

Una nueva etapa que acabamos de empezar son las festividades y el necesario reacomodo de las mismas a la nueva realidad post-ingreso del bebé a la casa.

En diciembre recién pasado, por ejemplo, festejamos la primera Navidad con nuestro retoño. Por cierto, para él no fue un día distinto de anteayer o del 23 de Agosto, por poner un caso. Está demasiado chico todavía para entender el espíritu navideño, ese sentimiento maravilloso que nos impulsa cada año a embutirnos con calzador en un mall atestado de gente, pelear a los codazos con la gorda que nos quiere quitar el último Power Ranger que queda en la góndola o agarrarnos a puteadas con el fresco de raja que nos ocupó el estacionamiento por el cual estuvimos esperando media hora.

No, Facu todavía no espera al señor que en pleno verano y con 32ºC a la sombra llega en trineo y vestido como para soportar una tempestad en los Himalayas, ni sabe nada de los enanitos que fabrican los juguetes (los obreros taiwaneses).

Para Facundo, la Nochebuena fue una en la que mamá abría paquete tras paquete y le pasaba montones de juguetes nuevos que él arrojaba a un lado sin mirarlos dos veces, mientras papá sacaba y sacaba fotos y el abuelo Pepe miraba y sonreía. Fin del asunto.

Fin del asunto, excepto por el hecho de que papá y mamá tuvieron la desgraciada idea de despertar al bebé a las doce de la noche para darle sus regalitos, y después no había forma de hacerlo dormir de nuevo. Costaba veinte minutos hacerlo cerrar los ojos, y se volvía a despertar a los cinco. Maldita sea, la chochera navideña nos costó bastante cara.

Para el Año Nuevo en cambio, y vista la imposibilidad de irnos a bailar hasta las 9 de la mañana cual era nuestra tradición, nos fuimos con la hermana de Yasna y su marido Fernando (que tienen a Simón, un bebé de meses también, y por lo tanto están igual de imposibilitados de salir de joda) a una casa que tiene la familia de él en Limache. También fueron Pepo, Paola (autora de algunas de las fotos) y Tomás, todos amigos de la casa.

Ahhh, la casa. El sueño del pibe hecho realidad: con patio, parrilla, piscina y parral. ¿Qué más se puede pedir?

Fernando y yo, padres babosos al fin, partimos raudamente a comprar unos flotadores para nuestros bebés, y ya que estábamos en eso, compramos 24 latas de cerveza. Bueno, ¿qué esperaban? Algo teníamos que hacer hasta que bajara el sol asesino para poder tirar a los nenes a la pileta…

A eso de las 4 de la tarde, con el astro rey ya algo más aplacado, enhebramos a los bebés en sus flotadores (son de esos con agujeros para que metan las piernas) y los metimos al agua.

Al principio no les gustó un carajo; supongo que debido a partes iguales de “el-agua-está-fría” y “me-da-miedo-no-tener-a-la madre-tierra-debajo-de-mi-culo,” pero después de un rato se calmaron (o el frío los entumeció lo suficiente para sumirlos en un semi-letargo). No; ahora que recuerdo, se reían, chapoteaban con las manos y pataleaban cual Rico McPato en su piscina de monedas. Asumo que lo estaban pasando bien.

El resultado final de la experiencia fue: Fernando, quemadura de primer grado en hombros y cuello. Ariel, quemadura de primer grado en la pelada. Simón, colorado como bolas de polaco. Facundo, se resfrió, se llenó de mocos y empezó a toser. Éxito total.

Ahora ya está mejor, con inhalador y todo, pero cada vez que tose se me encoge el corazón porque, finalmente, se enfermó por culpa mía. Supongo que cuando yo esté viejo e indefenso, se va a cobrar ésta y todas las cagadas que nos mandemos durante su crianza…

En fin, el próximo sábado viajamos los tres a Buenos Aires, para que el resto de la familia y amigos conozcan a nuestro querubín y le festejemos su primer cumpleaños. Seguramente eso me dará material para otra crónica, así que ya saben: a la misma bati-hora, por el mismo bati-canal. Stay tuned
!

7 Comments:

Anonymous Anónimo said...

se pasó pa grande el Facu, tiempo sin verlo.

9:54 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

se pasó pa grande el Facu, tiempo sin verlo.

9:54 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Saludos, estao de la tecnologia es increible, yo por mi parte tratando de enviar millones de fotos por hotmail, y rebotan y rebotan y ustedes blog, fantastico voy a hacer copypaste.

Besos de la Francisca, la Erika y el Leo

Chau hasta la proxima

12:28 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

HOLAAAAAAAA


mori con las fotos...


como siempre investigando en mi Pc
encontre el registro de ke alguien paso por aca...


nadie me aviso nada



Me alegro ke esten en la onda Blog Flog y diferentes pelotudeses para publicar, fotos comentarios y demas idioteses ke a los conocidos solo nos importan!



jejej





besos a Los Tres


Desde la republica De Wilde


Con Amor
Romi



www.fotolog.net/romi_lanena


Paseeeeeeeeeeeen y firmen caramba!

8:26 p. m.  
Blogger Ludovika II said...

Por fin atinaste!!! El blog es lo mejor (^_^)
Bellas fotos, excelente resumen de las fiestas y grande el primogénito.
Saludos a la familia!

10:09 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Muy buenas las fotos de Facu, está enorme, ya lo voy a ver en persona, un beso para los tres.
PD: carga mas fotos que es lo mejor!!

7:45 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Felicitaciones por la idea.
Tía Josefa y Armando.

6:16 p. m.  

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